miércoles, 29 de junio de 2016

El mito en la historia

Alguien dijo que el mito expresa lo que jamás deja de ocurrir y, al ser un paradigma, resulta válido para todos los tiempos. De alguna manera, queda fija mediante el mito la esencia de una situación cósmica o de una estructura de la realidad, y se advierte en el relato que se desarrolla en un tiempo siempre presente. Los presocráticos fueron ambivalentes respecto al mito, lo descartaron de alguna manera en beneficio del logos, pero también hicieron crecer a éste sobre el terreno de aquél. Más tarde, los sofistas tratarán de separar el mito de la razón, aunque admitiendo en algunos casos la narración mitológica para la verdad filosófica. Platón, en esa línea, considerará el mito como un modo de expresar cierta verdades que escapan a la capacidad razonadora. Filósofos neoplatónicos tratarán la naturaleza y clases de mitos, así como la justificación de su carácter divino (lo mitos representarían a los dioses y a sus acciones). También en la Edad Media se prestará especial atención a los mitos y a su carácter explicativo.

sábado, 25 de junio de 2016

Las supuestas inteligencias múltiples

En 1983, Howard Gardner propone el concepto de "inteligencias múltiples" en su libro Frames of mind. Gardner ponía en cuestión la teoría de una inteligencia única y propuso nada menos que siete (con el tiempo, aparecería otra denominada "intrapersonal"); cada ser humano destacaría, al menos, en dos o tres de ellas. Las ocho inteligencias de Gardner pueden verse en la ilustración adjunta. La teoría de Gardner no causó ninguna repercusión en la comunidad científica, y así sigue a día de hoy, pero en estos tiempos en que la confusión sobre el conocimiento reina a sus anchas merece la pena que le dediquemos algo de atención. Al fin y al cabo, ¿a quién no le agrada escuchar que es inteligente de una forma o de otra? Tantas veces, hemos dicho que la mala praxis de médicos supuestamente científicos no valida las tesis de la medicina alternativa (consideradas sencillamente pseudociencia). Pues bien, algo similar ha ocurrido con la teoría de las inteligencias múltiples, pero esta vez en el ámbito pedagógico donde sí obtuvieron cierto calado.

viernes, 17 de junio de 2016

El diccionario del diablo

Tuve la oportunidad hace ya tiempo de disfrutar de la lectura de El diccionario del diablo, algo que me resultaría una grata sorpresa al no conocer en absoluto al autor. La lucidez presente en este glosario sobre la estupidez humana, así como la mala uva y el corrosivo sentido del humor, hicieron pasar a la posteridad esta obra y sigue teniendo, desgraciadamente por otra parte, plena actualidad más de un siglo después.

El estadounidense Ambrose Bierce (1842-1914) ejerció también de periodista y editorialista, siempre polémico y con la enemistad ganada de muchos de sus colegas de profesión. Su prestigio como escritor se debe sobre todo a sus narraciones cortas, no exentas tampoco de ironía y de humor negro, con frecuentes temáticas del género de terror. Es por eso que se le considera, tantas veces, a la altura de sus compatriotras Allan Poe y H.P. Lovecraft, y heredero de otros escritores norteamericanos fundamentales como Nathaniel Hawthorne y Herman Melville. La vida de Bierce es digna de un relato de aventuras y, en su tramo final en México junto a Pancho Villa (con misterioso final incluido), así lo recogió la conocida novela de Carlos Fuentes Gringo viejo y la homónima adaptación cinematográfica de Luis Puenzo en 1989 protagonizada por Gregory Peck. Siendo un crío, Ambrose Bierce entraría en la Escuela Superior Militar de Kentucky y lucharía posteriormente como voluntario en la Guerra de Secesión; solo después del conflicto, pobre y desencantado como estaba, comenzó a escribir; en 1876, partió hacia Bosnia para realizar un trabajo geográfico y, de ahí, sin que se sepa muy bien cómo, acabó en Estambul donde conocería a Bakunin; el gigante anarquista ruso le iniciaría en la idea y partirían hacia Roma decididos a liquidar a Pío IX; perseguidos por la policía de todo el Continente, se separan en Esmirna y Bierce vuelve a los Estados Unidos, donde iniciaría su carrera como periodista y escritor; hechos trágicos en su vida y desengaños amorosos le condujeron al alcohol y a un carácter amargo, para acabar emigrando a México y luchar al lado de Pancho Villa; sus últimas palabras en suelo estadounidense fueron: "Si se enteran de que he sido puesto contra un paredón mexicano y cosido a balazos, sepan que pienso que es una buena forma de abandonar esta mierda".

lunes, 13 de junio de 2016

A vueltas con la pseudociencia

Como ya sabrán los que tengan la osadía de seguir este pertinaz blog, uno de sus principales protagonistas (o, mejor dicho, antagonistas) es la llamada "seudociencia" (creemos que es el calificativo más apropiado para aquello que no posee verificación científica, más sencilla no puede ser la cosa a priori). Nuestra postura al respecto es clara, aunque no rígida (las acusaciones de dogmatismo científico no nos deben hacen perder el horizonte), y seremos sinceros afirmando que nuestra reiterada, y seguramente cansina, posición crítica está precedida por el agobio y el estupor ante la oleada de toda suerte de imposturas intelectuales, medicinas alternativas, teorías de tres al cuarto (tantas veces disfrazadas de ciencia) y, en suma, charlatanería más o menos hábil. A pesar de las numerosas discusiones que solemos tener al respecto (somos, al menos, tan pertinaces en nuestro escepticismo crítico como los defensores de según qué cosas), no nos parece que sea en absoluto un tema menor y

jueves, 9 de junio de 2016

Energías alternativas

Aquella persona empleaba con tal gratuidad el término "energía", que estaba poniendo a prueba mi habitual templanza de ánimo. Como tal vez imaginen ustedes, no se trataba de un uso acorde con el más elemental conocimiento científico. Era obvio que no. La gesticulación y el énfasis, con que se quería adornar la cuestión, eran inversamente proporcionales al contenido semántico de la palabra de marras. Al parecer, todos y cada uno de los seres humanos, según aquel categórico ser humano, tenemos una buena o mala energía. No sin dificultad, pude intervenir en la conversación, y aclarar que la energía como concepto científico no puede contener efecto benévolo o maléfico alguno. He de reconocer que aquella especie de gurú verborreico poséia habilidades oratorias notables. Carentes de contenido, seguro, pero habilidades a fin y al cabo.

sábado, 4 de junio de 2016

Razones ateas

Si rechazamos cualquier tipo de determinismo o de doctrina de la Providencia, la conlusión lógica es que solo nos queda negar a Dios. Lo haremos de igual manera, si creemos en una continua transformación en el mundo físico y social, si negamos cualquier causalidad, en el sentido de un comienzo, un desarrollo y un fin. Porque habría que rechazar lo eterno, lo infinito, lo absolutamente perfecto, y deberiamos atrevernos a dejar a un lado lo incomprensible, ya que de una forma o de otra acaba cayendo en lo