miércoles, 25 de marzo de 2015

Si 50 millones de personas creen…

"Si 50 millones de personas creen una tontería, sigue siendo una tontería", es una frase que se atribuye al escritor Anatole France (1844-1924); no deja de ser una variante del muy utilizado "Millones de moscas no pueden estar equivocadas". Lo que también, desgraciadamente, es un argumento muy recurrente es la 'dictadura del número', que es a lo que aluden con crítica y mordacidad estas máximas; por supuesto, frente a ella abogamos por argumentos solidos y razones sensatas, cuyo punto de partida es la duda y el pensamiento crítico, tratando de alejarnos de toda alienación y descerebramiento colectivo.


sábado, 21 de marzo de 2015

El Papa Francisco

Hace ya casi un par de años que, tras la dimisión de Ratzinger, existe un nuevo pontífice en el Vaticano. Desde entonces, asistimos a la entronización de un señor que, con el mismo discurso de siempre dentro de la Iglesia Católica, simplemente se muestra mucho más cauto y 'cercano' en las formas. Los medios, incluso algunos supuestamente progresistas, han aplaudido las palabras del nuevo Papa con tanta dosis de papanatismo como consecuente falta de profundización en los discursos habituales de una institución simplemente anacrónica.


Y decimos tal cosa a sabiendas de que existan masas enfervorecidas que siguen ciegamente a los líderes eclesiásticos. Estamos totalmente a favor de la libertad de conciencia, faltaría más; un paso más avanzado es la total libertad de crítica en aras del progreso. Por poner un ejemplo de lo que queremos decir sobre una institución eclesiástica todavía con demasiado poder, el cada vez menos progresista diario El País de España ha dedicado primeras planas a alabar una más que cuestionable renovación en la manera de ver las cosas en la Iglesia. Se aplaude si el sumo pontífice dedica palabra amables a los homosexuales (algo así como "Quién soy yo para juzgar a los gays"), cuando se mantiene intacta una moral obsoleta que observa dicha condición sexual como algo patológico, desviado, contraria a lo que ellos consideran "normal".

Precisamente, hablando de patología, alguien dijo una vez que lo que era simple delirio en una persona, se convertía en religión cuando las creencias se producían a nivel colectivo. Hablamos de instituciones ferozmente jerarquizadas, que exigen una absoluta obediencia, decidiendo sobre lo que tienen que hacer y pensar las personas, y cuyo máximo mandatario se encuentra en comunicación directa con un ser sobrenatural todopoderoso. Como ya hemos insistido desde este blog, el debate a estas alturas de la película no es cuál religión es mejor, cualquiera de ellas tiene una moral que será pronto superada, o más verdadera, obviamente todas son cosmogonías falsas; la auténtica cuestión es si la religión es o no necesaria bien entrados en el siglo XXI.

No obstante, dejemos a un lado esta crítica radical a la religión y a las organizaciones derivadas, y centrémonos en el Papa Francisco. Recientemente, a raíz de los atentados islamistas a la publicación satírica Charlie Hebdo, este hombre ha manifestado su condena, su defensa de los "derechos humanos" y de la "libertad religiosa" junto a una metáfora sobre que hay cosas que no pueden criticarse: algo así como "si alguien dice una mala palabra de mi madre, puede esperarse un puñetazo". Dejando a un lado la muy cuestionable apología de la violencia, supuestamente ajena al cristianismo (aunque, como haya pasado con todo dogmatismo, en nombre de esta religión se hayan producido las mayores barbaridades en la historia), este señor quiere olvidar que lo que los compañeros de la publicación Charlie hacen no es un mero insulto gratuito (que sería, por otra parte, condenable por otros medios sin que medie la violencia de por medio), sino una crítica a lo instituido con toda la intención del mundo. Gente poderosa, políticos, empresarios y religiosos, han sido objeto de la pluma afilada de esta publicación; el Papa Francisco, por muy amable que quiera presentar su faz, es simplemente uno más de esa clase.

Repasamos otras declaraciones del Papa. "No tener hijos es una elección egoísta", manifestó recientemente, junto a la afirmación de que tres es el número ideal de infantes por familia. Otras palabras que muestran la verdadera cara ideológica de nuestra muy repudiable Iglesia. ¿En qué mundo vive esta gente? No tener hijos es una elección tan respetable como cualquier otra. Es más, en este mundo en el que vivimos, con tanta injusticia y problemas sociales, con tanta infancia desprotegida, no tener hijos es la elección más lógica y concienciada. Por supuesto, es una manera más de ver las cosas; la diferencia es que algunos no nos subimos a un púlpito para manifestarlas. Tal vez la curia romana, sabiendo que estas declaraciones son seguidas al dedillo por demasiados feligreses ciegos, tema algún día quedarse sin clientela. Repugnante, en cualquier caso, muy repugnante.

Son muchas las palabras textuales que podemos analizar del sumo pontífice, dichas no de manera accidental, sino con toda la intención del mundo. Ya en el terreno de la estulticia, aunque no exenta la declaración de un tono igualmente abominable, Francisco ha dicho en cierto medio televisivo mejicano lo siguiente: "A Méjico históricamente el diablo lo ha castigado con 'mucha bronca' porque fue el lugar de la aparición de la Virgen de Guadalupe". ¿Merecen mucho análisis estas palabras? Los numerosos problemas sociales que tiene aquel país, explicables por motivos muy terrenales (y, por supuesto, solucionables si se profundiza en ellos), son producto de una infantil creencia sobrenatural. No olvidemos una cosa, la Iglesia es simplemente una organización conservadora en aquellos lugares donde ya no manda tanto y muy reaccionaria donde sí puede hacerlo; por lo tanto, cómplice directa o indirectamente de las injusticias sociales, económicas y políticas. Sea cual sea la faz que presente su máximo mandatario, y por mucha buena gente que haya en sus bases (no hace falta decirlo, existen personas que creen y practican el amor al prójimo, dentro y fuera de las organizaciones religiosas), esto es lo que está detrás de la Iglesia Católica: una moral obsoleta, una negación abierta o encubierta del placer y una apología del sufrimiento, una defensa directa o indirecta del sistema instituido (con todas sus injusticias sociales), sexismo y homofobia, una negación general del progreso, junto a creencias infantiles en fuerzas sobrenaturales (benévolas o malvadas).

sábado, 14 de marzo de 2015

Las bondades de la medicina alternativa

Navegando e indagando en el apasionante universo del escepticismo y del pensamiento crítico, topamos con el hilarante vídeo del amigo Christian Flores, que ha compuesto una canción sobre los "beneficios" de nuestra amiga, la medicina alternativa, tan objeto de atención en este blog. En respuesta a por qué ha llevado a cabo semejante empresa, Christian responde: “Porque hay que acabar con estos métodos que lo único que buscan es aprovecharse de los demás. Es preocupante que, en casos de enfermedades graves, la gente, que no tiene la culpa de buscar todas las vías posibles para curarse, sea engañada por patanes”. En lugar del bonito adjetivo con el que acaba su frase, póngase lo que corresponda aludiendo a todo aquel "especialista" en terapias cuya eficiencia no ha sido probada por episteme alguna (es decir, y perdón por las pedanterías de baja intensidad, método científico, en oposición a lo que los antiguos griegos llamaban doxa: mera creencia u opinión).




martes, 3 de marzo de 2015

Cómo convertirse en un charlatán


Edzard Ernst es uno de las mayores investigadores en medicina alternativa y de él tomamos prestados los siguientes puntos -a modo de pasos a seguir para llegar a convertirse en un notable charlatán con la vida crematística asegurada-, que alertan sobre esa gran fuente de ingresos a la que puede apuntarse cualquier habilidoso vendedor de humo. En la entrada anterior, quisimos dar a conocer, de forma humorística, ignotas terapias sanadoras de nulos resultados; veremos una y otra vez que la realidad deja en pañales cualquier intención cómica.

1. Encuentre una terapia atractiva y dele un nombre fantástico. Aquí Ernst deja claro que este primer punto no resulta tan sencillo, ya que a estas alturas la mayor parte de las prácticas delirantes está ya cogidas: apiterapia, vinoterapia, chocolaterapia, sanación energética, quinesiología, cromoterapia, iridología, orinoterapia, quiropráctica, recitación de mantras, risoterapia, etc., etc., etc.; no hay que desesperar, ya que con buena imaginación uno pude fabricarse su propia terapia alternativa de imaginativo nombre, primer paso para convertirse en un magnífico charlatán de habilidosa retórica, contacto con fuerzas no contrastadas y/o con superpoderes.

2. Invente una historia fascinante. Otro punto primordial en el que es necesario crear una génesis fantástica en la que nuestra terapia haya sanado a algún tierno infante, o a otra persona que despierte la emoción en nuestras víctimas, o se haya originado en algún oscuro contacto con fuerzas sobrenaturales,

3. Añada un poco de pseudociencia. Efectivamente, Ernst tiene toda la razón, vivimos en una época en la que la ciencia no puede ser simplemente desechada como antaño, cuando la Iglesia, y otras instituciones oscuramente reaccionarias, tenían tanto poder; una adecuada terminología semicientífica, que supuestamente solo pueden comprender algunos expertos, nos ayudará en nuestro cometido; física cuántica, teoría de las cuerdas, teoría del caos o nanotecnología, son algunos de los recurrentes ejemplos que, inexplicablemente, cautivan a las masas.

4. No olvide una dosis de sabiduría antigua. Por supuesto, la terminología pseudocientífica no quita que se recurra a la Antigüedad como garante de la validez de según qué prácticas; efectivamente, la sabiduría que tenían las civilizaciones del pasado, filtradas adecuadamente por el paso del tiempo, nos ayudará en la elaboración de nuestra tronchante terapia alternativa.

5. Afirme tener una panacea. Lo que es lo mismo, nuestra terapia servirá para cualquier tipo de enfermedad, lo que asegurará enormemente nuestros ingresos; hay que advertir que, llegados a este punto, ha desaparecido la poca vergüenza que, tal vez, conservábamos.

6. Lidiar con el "problema de la evidencia" y los desagradables escépticos. ¡Cómo no! Esos irritantes y fastidiosos escépticos se verán pronto atraídos por nuestra envidiable terapia y nos exigirán pruebas de su evidencia sanatoria; no hay que perder la calma ante estas acometidas escépticas, la solución es aportar testimonio tras testimonio de lo bien que ha ido nuestra técnica, los cuales pueden ser por supuesto producto enteramente de nuestra imaginación.

7. Demuestre que domina el arte de hacer trampa con las estadísticas. Este punto es una ampliación del anterior; si los escépticos vuelven a la carga, podemos aportar una estadística de un 70% de pacientes, de ahí para arriba, que ha obtenido un notable beneficio con nuestra imaginativa terapia.

8. Gane puntos con las grandes farmacéuticas. Aludir a que la industria médica está acojonada con nuestra medicina alternativa, ya que les va a quitar gran parte de sus beneficios, es algo tan recurrente como efectivo; por supuesto, todo aquel que pretende apelar a la ciencia para desmontar nuestra terapia está sencillamente a sueldo de las grandes empresas farmacéuticas. Este punto asegura una clientela de lo más variopinta, no solo los habituales místico-alternativos.

9. Pida dinero, mucho dinero. Ernst nos recuerda, en su último punto, que nuestro objetivo primordial es, como no podía ser de otra manera, ganar mucho dinero. Es necesario cobrar tarifas elevadas, incluso de manera exagerada; ya hablemos de un producto que pongamos a la venta, de consultas particulares que realicemos o, en un alarde de generosidad, de clases que demos sobre nuestra magnífica técnica. Con algunas excepciones (las hay, las hemos visto, ya que hay gente peligrosamente encerrada en sus creencias), no hay ningún verdadero charlatán que trabaje gratis o que tenga un precio razonable.

Erzard Ernst publicó originariamente estos pasos en su blog bajo el título How to become a charlatan. La traducción al castellano ha sido tomada del siguiente enlace: http://charlatanes.blogspot.com.es/2012/12/como-convertirse-en-charlatan.html